Photo©: Laura
16.04.12
BARCELONA. Ayer domingo tuve la enorme fortuna de competir en la carrera más bonita que he disputado jamás, la Tro-Bro Léon. Una prueba de más de doscientos kilómetros salpicado por 25 caminos sin asfaltar y un sabor a ciclismo para mí inimaginable. Con la paliza del día anterior y viendo el fuerte viento que soplaba, sabía que el comienzo por la sinuosa cornisa bretona sería especialmente duro. Por eso, después de una multitudinaria presentación, calenté más que nadie y supe sufrir para aguantar la fila india durante una primera hora de carrera donde volamos a 47kmh… Sin embargo, a pesar de llegar castigado, en el primer tramo de tierra y aunque entré último, me sorprendí a mí mismo saliendo de la zona con el grupo cabecero. A partir de ahí supe que tenía muchas posibilidades de disfrutar de una carrera espectacular. Así fue y durante muchos kilómetros gocé pedaleando entre praderas y bosques, sobre tierra, arena y piedras, animado por mucho público y el sonido de las gaitas. Pero lo peor llegó cuando en los últimos cincuenta kilómetros, ya con el grupo muy reducido, el viento de costado y la enorme velocidad hicieron exigirme demasiado y en uno de los pocos muros del recorrido me quedé cortado por una montonera. Ya a contrapelo, estaba ante una contrarreloj para intentar llegar a meta dentro del tiempo. Me encontraba bien, remontaba muchas posiciones y seguía disfrutando, pero de repente empecé a ver borroso y sin darme cuenta me vi dando tumbos sobre mi bicicleta. Imperdonable, a pesar de haber estado atento con la alimentación, pillé una pájara. Comí, llamé al coche y seguí comiendo hasta que me recuperé. Pero fue demasiado tarde y a las puertas del circuito final de cinco kilómetros de Lanniliz y un solo tramo por pasar, me pararon. Después de los 69 corredores clasificados, fui el último en no poder cruzar la meta… Por solamente 15kms y con 191kms en mis piernas. Emocionado en la cuneta y ovacionado por el numeroso público, gocé con envidia viendo cómo llegaban los supervivientes, hasta retirarme por el callejón de los coches, pensando en esa maldita pájara y que ojalá vuelva a tener oportunidad de revancha.
Mau!! Gracias por haberme traído hasta aquí. Photo©: Nikolay
Photo©: Laura
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Photo©: Tomás
Hora de marcharse…
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**Después de un largo viaje de madrugada y un día de vagueo absoluto con mal cuerpo, ya de madrugada, he cumplido con una sesión de rodillo de 1,30h 45kms 100ppm que se me ha hecho especialmente pesado.