Esta mañana se ha disputado la etapa reina de esta Vuelta Internacional a Ibiza de Mtb con casi ochenta kilómetros de puro mountainbike. Si ayer las sensaciones fueron pésimas tanto en subida como en bajada, después de la sesión psicológica de Beta y su puesta punto a la bici, he podido disfrutar como no recordaba, rodando siempre en los puestos cabeceros y la medida tomada al ritmo de carrera. Así, con la esperanza de que mis duros entrenamientos darían su fruto, hemos esperado a veinte kilómetros del final para lanzar el ataque definitivo. La jugada no ha podido salir mejor hasta que justo antes de entrar en la carretera que nos llevaba a la llegada, unos azulejos han cortado mis dos neumáticos, teniendo que pedalear durante seis kilómetros en llanta, perdiendo la victoria de etapa (hemos sido rebasados a 50 metros del final) y unos valiosos minutos de renta para la general final. Eso sí, al menos por un día dormimos de amarillos!!!
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