Última hora Vuelta a Salamanca, etapa 3.



Ya estoy en la habitación, después de una hora de traslado desde el final de etapa hasta nuestro hotel. Con la pena de haber perdido el maillot amarillo de Karol, en una etapa con un trazado precioso donde apenas había terreno llano y no hemos podido controlar. La carrera se nos ha marchado en un puerto que empezaba en el kilómetro cero, a partir de ahí, nos ha tocado perseguir, salir a los cortes y pelear hasta el último metro para salvar lo que habíamos conseguido el día anterior. Sin embargo los esfuerzos no han tenido recompensa y hemos perdido. En el plano personal, restando el primer tercio del recorrido, estoy satisfecho de mis sensaciones y como en los días anteriores, he pedaleado a gusto. Mañana tocará atacar, ojalá las piernas respondan…

1 comentario:

iltrueno dijo...

gas gas gaaaaaaaaaas, motor a fooooooons,jajaja apustuflaaant,jaja