Después de la paliza de ayer, hoy teníamos la etapa con el único puerto de primera categoría de toda la Vuelta. El día ha amanecido más fresco y con muchísimo viento, y mis predicciones de agua se han cumplido. Así que viendo cómo pintaba la etapa, he estado atento en los primeros kilómetros y tras consolidarse la fuga donde hemos colado dos compañeros, he seguido la marcha del equipo del líder, intentando guardar lo máximo para encarar el puerto. Con unas sensaciones nefastas, las piernas bloqueadas y muchísimo sufrimiento, no sé ni cómo he podido aguantar con los mejores y acabar dando tiempo al grupo detrás de cuatro escapados… A falta de la etapa de mañana, me he metido entre los diez de la general, pero el dolor de piernas y el malestar que tengo son terribles.
Última hora Vuelta a Salamanca, etapa 4.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario