14.05.12
SAREIN, IRAN. Os escribo tocado después de haber disputado la cuarta etapa del Tour de Azerbaiyán. Y es que a pesar de no haber perdido ningún segundo y seguir con opciones para hacer una bonita General, me está costando aguantar el alto ritmo, en unas carreteras anchas y despejadas condicionadas por el viento. Sabía que no venía bien y es verdad que cada día voy mejor, pero como bien sabe el que es o ha sido ciclista, pedalear con la constante sensación de tener el pedalier trabado significa que no voy como debería.
SAREIN, IRAN. Os escribo tocado después de haber disputado la cuarta etapa del Tour de Azerbaiyán. Y es que a pesar de no haber perdido ningún segundo y seguir con opciones para hacer una bonita General, me está costando aguantar el alto ritmo, en unas carreteras anchas y despejadas condicionadas por el viento. Sabía que no venía bien y es verdad que cada día voy mejor, pero como bien sabe el que es o ha sido ciclista, pedalear con la constante sensación de tener el pedalier trabado significa que no voy como debería.
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